domingo, 27 de mayo de 2012

EL CUENTO

EL CUENTO

El objetivo fundamental de esta investigación es el de profundizar un poco más los conocimientos acerca de la estructura y el desarrollo de los cuentos.
Definiendo al cuento como un breve relato o narración, se penetrará en su panorama histórico, que resulta más difícil de fijar que la de la mayoría de los géneros literarios. Originariamente, el cuento es una de las formas más antiguas de literatura popular de transmisión oral. El término se emplea a menudo para designar diversos tipos de narraciones breves, como el relato fantástico, el cuento infantil o el cuento folclórico o tradicional. Entre los autores universales de cuentos infantiles figuran Perrault, los Hermanos Grimm y Andersen, creadores y refundidores de historias imperecederas desde Caperucita Roja a Pulgarcito, Blancanieves, Barba Azul o La Cenicienta, las condiciones, los elementos, y el análisis que debe reunir para su elaboración con el fin de captar la atención del lector.
El desarrollo de la vida literaria en el mundo se ha hecho posible gracias a numerosos cuentistas importantes que con su sabia experiencia y capacitación han logrado traspasar las fronteras, poniendo muy en alto el nombre de sus respectivos países. Estos se han destacado tanto que son reconocidos hoy en día en el mundo entero.
Narración breve, oral o escrita, de un suceso imaginario. Aparecen en él un reducido número de personajes que participan en una sola acción con un solo foco temático. Su finalidad es provocar en el lector una única respuesta emocional. La novela, por el contrario, presenta un mayor número de personajes, más desarrollados a través de distintas historias interrelacionadas, y evoca múltiples reacciones emocionales.
Etimológicamente, cuento deriva de la palabra latín computum, que significa cálculo, computo, enumeración, clasificación,. De calculo y enumeración pasó a significar la enumeración de hechos, y , por extensión, cuento significa recuento de acciones o sucesos reales o ficticios.
Es mas difícil decir con exactitud cuando se origino el cuento, y ello se debe en gran parte a los equívocos que envuelve su mismo nombre. Cabría, por lo tanto, distinguir en el concepto cuento, dos aspectos distintos: el relato fantástico y la narración literaria de corta extensión, oponiéndose así a la idea de novela, estos dos aspectos no son excluyentes, a menudo se dan en la misma obra, y tienen como base común el hecho de tratarse de relatos breve, generalmente en prosa; pero suelen representar dos vertientes claramente diferenciadas de mismo genero literario.
No se sabe con exactitud cuando comenzó a utilizarse la palabra cuento para señalar un determinado tipo de narrativa, ya que en los siglos XIV y XV se hablaba indistintamente de apólogo, ejemplo y cuento para indicar un mismo producto narrativo. Bocaccio utilizo las palabras fábula, parábola historia, relato y des estos nombres han ido identificándose con una forma de narración claramente delineada.
Ramo Menéndez Pinal en el estudio preliminar de su antología de cuentos de la literatura universal, dice: “Al terminar la Edad Media, la conciencia creadora del narrador se ha impuesto, y ,de se refundidor, adaptador o traductor, se convertiría en artista, en elaborador de ficciones. Así, a través de un lento pero firme proceso de transformación, la edad Media europea trasvasa a al Moderna el genero cuentístico como creación absoluta de una individualidad con su propio rengo de estructura literaria, autónoma, tan valida por si misma como el poema, la novela o el trama”.
Esta concepción del cuento como estructura literaria autónoma, predomina hoy día, y esto significa que lo rige una organización y forma determinadas que lo dotan de un carácter peculiar, intrínseco e individual. No por ello, sin embargo, se habrán descartado las ambigüedades, porque en el siglo XIX, cuando el genero nace a la vida hispanoamericana, y aun, en el siglo XX, se le confunde con las tradiciones, los artículos de costumbres, las leyendas, las fábulas y mas tarde con la novela corta. Con e correr del tiempo, los géneros anteriores se van definiendo, y el cuento se separa definitivamente como signo literario, como mundo poético, como fragmento de realidad con limites determinantes. En ese proceso, también el cuento se ha ido modificando.
Actualmente se llegado a generalizar la idea de que la palabra cuento significa relación de un suceso. Mas precisamente, la relación, oralmente o por escrito,, de un suceso falso o de pura invención. Valga esta apreciación, porque sin ella, en épocas pretéritas, cuando los hombres aun no escribían y conservaban sus recuerdos en la tradición oral, cuento hubiera sido cuando hablaban.
No obstante ser esta definición un tanto ambigua por su amplitud; existen numerosas definiciones sobre la naturaleza del cuento, las cuales reproduciremos, por creer que ellas ayudaran a comprender mejor lo que implica el cuento como genero literario.
Sainz de Robles, en su libro Cuentistas españoles del siglo XX, dice: “El cuento es, de los géneros literarios el mas difícil y selecto. No admite ni las divulgaciones, ni los preciosismos del estilo. El cuento exige en su condición fundamental, como una síntesis de todos los valores narrativos: tema, película justa del tema, rapidez dialogal, caracterización de los personajes con un par de rasgos felices. Como miniatura que es de la novela, el cuento debe agradar en conjunto”.
Raúl A. Omil Alba y Piérola, en su libro el cuento y sus claves, dice: “Cuento es el acto de narrar una cosa única en su fragmento vital y temporal, así como el poema poetiza una experiencia única e irrespetable. El narrador de cuentos esta en posesión de un suceso que cobra forma significativa y estética en la fluencia lógico-poética de lo narrado.
Carlos Mastrángelo, en su libro El cuento argentino, define el cuento de la siguiente manera:
“1º) Un cuento es una seria breve y escrito de incidentes;
2º) de ciclo acabado y perfecto como un circulo;
3º) siendo muy esencial el argumento, el asunto o los incidentes en sí;
4º) trabados estos en una única e ininterrumpida iliación;
5º) sin grandes intervalos de tiempo y espacio;
6º) rematados por un final imprevisto, adecuado y natural”.
Abelardo Díaz Alfaro, citado en La Gran Enciclopedia de Puerto Rico, cuyas autoras son Margarita Vázquez y Daisy Caraballo, dice “El cuento es para mí, síntesis poética; se acerca en mi concepto a lo que es en poesía el soneto. No puede en este genero perderse una sola línea, un solo trazo. La trama es secundaria en el cuento. Esta puede ser elemental y, sin embargo, resultar efectiva si el tratamiento es adecuado...El trazo que se da debe ser definitivo, no hay lugar a enmiendas”.
René Marqués, citado en la misma obra anterior, dice “El cuento es para mí, de modo esencial y el ultimo análisis, la dramática revelación que un ser humano -hecho personaje literario- se opera, a través de determinada crisis, respecto al mundo, la vida o su propia alma. Lo psicológico es, por lo tanto, lo fundamental en el cuento. Todo otro elemento estético ha de operar en función del personaje. De lo contrario, deja de ser “funcional” y se convierte en materia extemporánea, muerta. Dada la brevedad que, en términos de extensión, dicta el genero, el cuento se presta, quizás mas que otras expresiones en prosa, al uso afortunado del símbolo como recurso de síntesis practica...”
M Baquero Goyanes, en su libro el cuento español en el siglo XX, dice lo siguiente: “El cuento es un precioso genero literario que sirve para expresar un tipo especial de emoción, de signo muy semejante a la poética, pero que no siendo apropiado para ser expuesta poéticamente, encarna en una forma narrativa, próxima a la novela pero diferente a ella en la técnica e intención. Se trata, pues, de un genero intermedio entre poesía y novela, apresador del matiz semipoético, seminovelesco, que solo es expresado en las dimensiones del cuento”.
Definiciones de Cuento
Narración breve, escrita generalmente en prosa y que por su enfoque constituye un genero literario típico, distinto de la novela y de la novela corta.
Breve relato de sucesos ficticios y de carácter sencillo, hecha con fines morales o educativos.
Relación de suceso.- Relación de un suceso falso o de pura invención.- Fábula que se cuenta a los muchachos para divertirlos.
Es un relato breve y artístico de hechos imaginarios. Son esenciales en el cuento el carácter narrativo, la brevedad del relato, la sencillez de la exposición y del lenguaje y la intensidad emotiva.
Breve narración en prosa, que desarrolla un tema preferentemente fantástico y cuyo fin es divertir.
Es una narración corta, breve, de hechos reales o ficticios, cuyo origen es la anécdota y su finalidad es entretener, a veces algo moralizadora.
Es un relato corto donde se narra una acción realizada por unos personajes en un ambiente determinado.
Antecedentes
Los cuentos más antiguos aparecen en Egipto en torno al año 2000 a.C. Más adelante cabe mencionar las fábulas del griego Esopo y las versiones de los escritores romanos Ovidio y Lucio Apuleyo, basadas en cuentos griegos y orientales con elementos fantásticos y transformaciones mágicas. Junto a la eternamente popular colección de relatos indios conocida como Panchatantra (siglo IV d.C.), la principal colección de cuentos orientales es sin duda Las mil y una noches. Cada noche, por espacio de 1.001, Scheherazade se salva de morir a manos de su marido, el sultán, contándole apasionantes cuentos recogidos de diversas culturas. La influencia de esta obra fue decisiva para el desarrollo posterior del género en Europa.
Históricamente el cuento es una de las mas antiguas formas de literatura popular de transmisión oral, que sigue viva, como lo demuestran las innumerables recopilaciones modernas que reúnen cuentos folclóricos, exóticos, regionales y tradicionales. El origen ultimo de estas narraciones ha sido muy discutido, pero lo innegable es que lo esencial de muchas de ellas se encuentra en zonas geográficas muy alejadas entre sí y totalmente incomunicadas, sus principales temas, que han sido agrupados en familias, se han transmitido por vía oral o escrita, reelaborados incesantemente, es decir, contados de nuevo, por los autores más diversos.
Desde el punto de vista histórico, el cuento proviene de las narraciones y relatos de Oriente, y aunque durante siglos ha tenido significados equívocos e imprecisos, a menudo se confunde con la fábula, debemos considerar como cuentos numerosas manifestaciones literarias de la antigüedad, de características muy diversas, como: La Historia de Sinuhé, en la literatura egipcia, o la de Rut en el Antiguo Testamento, y mas modernamente, escritos hagiográficos como las florecillas de San Francisco o La Leyenda áurea. Sin ninguna duda, son cuentos algunos de los relatos de Libro del buen amor, la historia que narra Turmeda o los enxiemplos de Conde Lucanor. Sin embargo, hasta el siglo XIV, con el Decamerón, de Bocaccio, cuyos relatos cortos están enmarcados por una leve trama que los unifica, no se afirma y consolida la idea de cuento en sentido moderno de la palabra
El Heptamerón (1588), de la Margarita de Navarra, en Francia, y la Novelle, de Bandello, en Italia, corresponden aproximadamente al concepto bocaccesco del genero. También los Canterbury tales (Los cuentos de Canterbury), de Chaucer, escritos en la ultima parte del siglo XVI, colección de los relatos versificados con prosa intercalada, organizados en una trama general que consiste en que varios peregrinos de distintas clases y profesiones se comprometen a narrar historietas. En el siglo XVII, en Francia, La Fontaine titula Contes (cuentos) a unas narraciones versificadas, de cierta vinculación con la literatura folclórica. Cabe señalar que tanto en Francia como en España, casi al termino del siglo XVII, la palabra cuento aun esta cargada de ciertos matices folclórico-fantásticos. En el siglo siguiente, Perrault, con su colección de cuentos populares titulada Cuentos de mi madre la gansa (1697), así como los cuentos de Voltaire Candide, Zadig, Micromegas, etc., revisten este tipo de narración con un ropaje eminentemente literario.
El romanticismo inspira un florecimiento del relato corto, sobre todo del cuento, que, como se sabe, resulto uno de los géneros favoritos de ese movimiento. Los escritores románticos darán una nueva vida al elemento maravilloso como soporte fundamental del cuento: Nodier en Francia, Hoffmann en Alemania, Poe en Estados Unidos y Bécquer en España, son nombres representativos de esta fase. Pero la aportación más significativa en este campo es la del danés Andersen, quien, en 1835, publico su libro titulado Cuentos para niños. En la primera mitad del siglo XIX, el relato costumbrista, de aldea, y el relato de vida campesina, adquieren gran interés durante la época realista, y lo cultivan con éxito, entre otros, Gottfried Séller, Gogol y Bjornson. Ya en la segunda mitad del siglo, el cuento adquiere plena vigencia y popularidad con Chejov, uno de los eximios creadores universales en esta modalidad narrativa. En Francia, Flaubert, en sus Tres cuentos, aplica al genero la prosa de arte que había experimentado en sus novelas; su discípulo Maupassant, fue sin duda, uno de los grandes maestros del cuento como esbozo narrativo que condensa en pocas paginas una rápida y penetrante impresión. En España, Clarín, Valera, Pereda y Pardo Bazán son los cuentistas mas destacados.
A fines del siglo XIX, el cuento parece, pues, haberse desembarcado de sus significados primigenios, para ponerse en un plano semejante al de la novela, de la que viene a ser como un apunte; que parecen identificar el relato breve con la historia de sabor popular, como Daudet, la fantasía, con autores como Stevenson y Gutiérrez Nájera; o la poesía imaginativa de los niños, como Wilde y Lewis Carroll. En la primera mitad del siglo XX, los escritores norteamericanos, al igual que en la novela, han aportado su propia versión de cuento short story, cuyas formulas de singular eficacia narrativa han fortalecido el genero. Algunos de esos escritores que han incursionado en el cuento han sido: Scott Fitzgerald y Hemingway. Es España, después de la guerra civil, el cuento ha conocido un nuevo florecimiento; algunos de los autores que mas se han destacado son: Cela Laforet, Aldecoa, Carredano, etc.
En Hispanoamérica, a partir del siglo XIX, el cuento ha tenido un auge extraordinario. En líneas generales, lo dicho anteriormente para la novelística contemporánea se puede también aplicar al cuento actual. Salvadas las diferencias básicas de extensión y complejidad por el lado de la novela, la narrativa cuentística sufre parecidas transformaciones en cuanto a los temas, el lenguaje y la técnica señalados para la novela. Algunos rasgos generales de la cuentística hispanoamericana, que no necesariamente deberán encontrarse en todos y cada uno de los relatos, son: diversidad de tendencias; ruptura del hilo narrativo; dislocación en los planes temporales; un personaje narrador (o narrador oculto y variable); búsqueda de un nuevo significado del habla popular, casi siempre de valor impactante y utilizado como lenguaje del narrador o de los personajes. Algunos de los narradores que se destacan en este genero son: Borges, Cortazar, Onetti, Carpentier, Lezana Lima, Rulfo, García Márquez, Fuentes, Roa, Bastos, entre otros.
Tipos de cuentos
Puesto que la clasificación del cuento puede ser muy variada, depende del punto de vista que adoptemos en cuanto a: contenido, época literaria, enlace con la realidad, elemento sobresaliente, etc. Lo que permite que un mismo cuento pertenezca a varios encasillados simultáneamente, esbozaremos en líneas generales, los principales tipos de cuentos que existen:
Cuentos en verso y prosa: los primeros se consideran como poemas épicos menores; los segundos son narraciones breves, desde el punto de vista formal. Los teóricos sajones, atendiendo a la extensión del relato, clasifican como novela corta, toda narración que fluctué entre 10.000 y 35.000 palabras, y como cuento, el relato que no sobrepase las 10.000 palabras.
Cuentos populares y eruditos: los primeros son narraciones anónimas, de origen remoto, que generalmente conjugan valores folklóricos, tradiciones y costumbres, y tienen un fondo moral; los segundos poseen origen culto, estilo artístico y variedad de manifestaciones.
Tanto unos como otros, los cuentos pueden subclasificarse en: infantiles, fantásticos, poéticos y realistas.
Cuentos infantiles: se caracterizan por que contienen una enseñanza moral; su trama es sencilla y tienen un libre desarrollo imaginativo. Se ambientan en un mundo fantástico donde todo es posible. Autores destacados en este genero son Andersen y Perrault
Cuentos fantásticos o de misterio: su trama es mas compleja desde el punto de vista estructural; impresionan por lo extraordinario del relato o estremecen por el dominio del horror. Autores destacados en este genero son Hoffmann Y Poe.
Cuentos poéticos: se caracterizan por una gran riqueza de fantasía y una exquisita belleza temática y conceptual. Autores destacados en este genero son Wilde y Rubén Darío.
Cuentos realistas: reflejan la observación directa de la vida en sus diversas modalidades: sicológica, religiosa, humorística, satírica, social, filosófica, histórica, costumbrista o regionalista. Autores destacados en este genero son Palacion Valdes, Unamuno, Quiroga, etc.
Elementos del cuento
En un cuento se conjugan varios elementos, cada uno de los cuales debe poseer ciertas características propias: los personajes, el ambiente, el tiempo, la atmósfera, la trama, la intensidad, la tensión y el tono.
Los personajes o protagonistas de un cuento, una vez definidos su numero y perfilada su caracterización, pueden ser presentados por el autor en forma directa o indirecta, según los describa él mismo, o utilizando el recurso del dialogo de los personajes o de sus interlocutores. En ambos casos, la conducta y el lenguaje de los personajes deben de estar de acuerdo en su caracterización. Debe existir plena armonía entre el proceder del individuo y su perfil humano.
El ambiente incluye el lugar físico y el tiempo donde se desarrolla la acción, es decir, corresponde al escenario geográfico donde los personajes se mueven; generalmente, en el cuento, el ambiente es reducido, se esboza en líneas generales.
El tiempo corresponde a la época en que se ambienta la historia y la duración del suceso narrado. Este ultimo elemento es variable.
La atmósfera corresponde al mundo particular en que ocurren los hechos del cuento. La atmósfera debe traducir la sensación o el estado emocional que prevalece en la historia. Debe irradiar, por ejemplo, misterio, violencia, tranquilidad, angustia, etc.
La trama es el conflicto que mueve la acción del relato. Es leitmotiv de la narración. El conflicto da lugar a una acción que provoca tensión dramática. La trama generalmente se caracteriza por la oposición de fuerzas, esta puede ser: externa, por ejemplo, la lucha del hombre con el hombre o la naturaleza; o interna, la lucha del hombre consigo mismo.
La intensidad corresponde al desarrollo de la idea principal mediante la eliminación de todas las ideas o situaciones intermedias, de todos los rellenos o fases de transición que la novela permite e incluso exige, pero que el cuento descarta.
La tensión corresponde a la intensidad que se ejerce en la manera como el autor acerca al lector lentamente a lo contado. Así atrapa al lector y lo aísla de cuanto lo rodea, para después, al dejarlo libre, volver a conectarlo con sus circunstancias de una forma nueva, enriquecida, mas honda, o mas hermosa. La tensión se logra únicamente con el ajuste de los elementos formales y expresivos a la índole del tema, de manera que se obtiene el clima propio de todo gran cuento, sometido a una forma literaria capaz de transmitir al lector todos sus valores, y toda su proyección en profundidad y en altura.
El tono corresponde a la actitud del autor ante lo que esta presentando. Este puede ser humorístico, alegre, irónico, sarcástico, etc.
Estructura
Desde el punto de vista estructural (orden interno), todo cuento debe tener unidad narrativa, es decir, una estructuración, dada por: una introducción o exposición, un desarrollo, complicación o nudo y un desenlace o desenredo.
La introducción, palabras preliminares o arranque, sitúa al lector en el umbral del cuento propiamente dicho. Aquí se dan los elementos necesarios para comprender el relato. Se esbozan los rasgos de los personajes, se dibuja el ambiente en que se sitúa la acción y se exponen los sucesos que originan la trama.
El desarrollo, consiste en la exposición del problema que hay que resolver. Va progresando en intensidad a medida que se desarrolla la acción y llega al clímax o punto culminante (máxima tensión), para luego declinar y concluir en el desenlace.
El desenlace, resuelve el conflicto planteado; concluye la intriga que forma el plan y el argumento de la obra.
Extensión
Respecto a la extensión de las partes que componen el cuento, esta deben guardar relación con la importancia concreta que cada una tenga dentro del relato. Debemos señalar que la estructura descrita se refiere al cuento tradicional, que es organizado de forma lineal o narrado cronológicamente. Actualmente, los escritores no se ciñen a dicha estructura: utilizan el criterio estético libre, el que permite que un cuento pueda empezar por el final, para luego retroceder al principio; o comenzar por el medio, seguir hasta el final y terminar en el principio.
Técnica
Respecto a la técnica, conjunto de recursos o procedimientos que utiliza el autor para conseguir la unidad narrativa y conducirnos al tema central, esta suele variar según el autor. Si bien es cierto que la técnica es un recurso literario completo, pues esta integrado por varios elementos que se mezclan y se condicionan mutuamente, se distinguen el punto de vista, el centro de interés, la retrospección, y el suspenso.
El punto de vista, se relaciona con la mente o los ojos espirituales que ven la acción narrada, puede ser el del propio autor, el de un personaje o el de un espectador de la acción. Los puntos de vista suelen dividirse en dos grupos: de tercera y de primera persona. Si el relato se pone en boca del protagonista, de un personaje secundario o de un simple observador, el punto de vista esta en primera persona; si proviene del autor, en tercera persona.
Se puede dar cualquiera de estas posibilidades:
Primera persona central: el protagonista narra sus peripecias en forma autobiográfica.
Primera persona periférica: el supuesto narrador, en papel de personaje observador nos cuenta en primera persona el resultado de sus observaciones sobre los acontecimientos acaecidos a los otros personajes.
Tercera persona limitada: el autor cuenta la historia imaginada desde fuera de sus personajes, en tercera persona, pero desde la perspectiva de uno de ellos.
Tercera persona omnisciente: el autor ve la acción y la comunica al lector con conocimiento total y absoluto de todo, no solo de los sucesos exteriores, sino también de los sentimientos íntimos del personaje. El autor puede adoptar una actitud subjetiva, intervenir como autor y dejar oír su voz; u objetiva, borrando su participación personal y adoptando la actitud de una voz narradora despersonalizada.
El centro de interés, corresponde a algún elemento en cuyo derredor gira el cuento. El centro de interés constituye el armazón, el esqueleto de la historia. Es su soporte y puede ser uno y varios personajes, un objeto, un paisaje, una idea, un sentimiento, etc.
La retrospección o flash-back, consiste en interrumpir el desenvolvimiento cronológico de la acción para dar paso a la narración de sucesos pasados.
El suspenso, corresponde a la retardación de la acción, recurso que despierta el interés y la ansiedad del lector. Generalmente, en el cuento, el suspenso termina junto con el desenlace.
Estilo
El estilo que corresponde al modo, a la manera particular que tiene cada escritor de expresar sus ideas, vivencias y sentimientos. Sobre este punto. Debemos decir que todo escritor forja su propio estilo, que se manifiesta de forma peculiar de utilizar el lenguaje. La imaginación, la afectividad, la elaboración intelectual y las asociaciones síquicas contribuyen a la definición de un estilo.
Debido a la diversidad de estilos que existen, nos limitaremos a decir que muchos autores para lograr efecto musical y poético, se dejan llevar por la sonoridad de las palabras. Algunos para lograr mayos expresividad, adornan su prosa con múltiples modificadores, mientras que otro, pretendiendo crear un mundo mas conceptual, prefieren la exactitud en el decir y eliminan todo elemento decorativo.

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